A
las seis de la tarde y patrocinado por la peña El Trasto se soltó desde la plaza mayor, un toro de Núñez
del Cuvillo, marcado con el nº 91, colorado, ojo de perdiz, bonito de presencia y bizco
del pitón derecho, siendo parado de salida por Borja, toro que salió a las
calles destacando algunos cites con alegría, siendo noble en la embestidas, quedándose
en la Picaora donde al no hacer caso a los cabestros para encerrarlo lo
hicieron con la cuerda, mermando las fuerza del toro. Por la noche embolado
salió rápido del pilón, dificultando la labor de Eric que ejercía de rabero, destacando algunas fuertes arrancadas y
algunos recortes otra vez en la Picaora.
El
otro astado de este dia, en salir a la arena de la plaza mayor,esta vez patrocinado por las peñas Polp, Bocao, Tokatera, Trifulka, Gammusinos y Pirula, de la
ganadería de Roció de la Cámara, nº
12, de pelaje negro, descarado de cuerna y chico de presencia, con una salida
avanta, siendo parado por Richard, toro que entraba bien a los cites con
prontitud y movilidad, pero no los
terminaba, desentendiéndose, aprendiendo pronto y buscando las bocacalles donde
no le molestaban. Por la noche embolado el toro siguió la misma tónica que por
la tarde, al final las fuerzas le pasaron factura, al pasar rozando un carafal
un chaval se llevo un puntazo leve.
El otro toro salió desde la plaza de la Picaora ya que era esta asociación la patrocinadora, de la
ganadería de SR coronada, de Antonio San Román, nº
85, de pelaje salinero, bien armado, algo escurrido de carnes, salida
rapidísima hacia las calles sin poder pararlo Raulillo y Odilo que lo esperaba
al alimón, dos vueltas al recinto con movilidad, parándose y trabajando a su
aire, siendo noble en los cites, aquerenciándose en la Picaora. En la embolada
Ángel poco pudo hacer por aguantarlo del rabo, pues el toro enfilo la calle a
gran velocidad, después se volvió a parar en la Picaora donde se vieron bonitos
recortes, pronto le fallaron las fuerza, lo enlazaron y lo encerraron al toril
ya que se pensaba que no llegaba a los corrales por el cansancio acumulado
durante su lidia.
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